Reseña # 75
Autor: J. R. Ward
Título: Codicia
Saga: Ángeles caídos #1
Nº de Páginas: 608
Editorial: Punto de lectura
ISBN: 9788466325530
Precio: 8,99€
La
codicia es el primero. Jim Heron, antihéroe por excelencia, tiene un pasado
tortuoso, no siempre ha acertado con las decisiones que ha tomado. Su vida ha
estado envuelta en diferentes gamas grisáceas, su alma nunca ha sido o blanca o
negra. Pero tras un accidente se encuentra ante las puertas de otra vida,
tendrá que caminar entre dos mundos, y para bien o para mal sus acciones
determinarán el destino de la Humanidad. Siete almas están a punto de cometer
siete pecados capitales y Jim es el reciente y atípico ángel caído encargado de
impedirlo. Vin DiPietro, su antiguo jefe, la primera alma, y el primer pecado:
la codicia. J. R. Ward nos ofrece una novela que hará tambalear nuestro antiguo
y obsoleto sistema de creencias. Sus ángeles caídos son personajes rudos,
malhablados, lejos de aureolas y poseedores de una naturaleza misteriosa. No
sabemos cuáles son las normas que rigen su mundo, que se divide en la eterna
batalla del Bien y del Mal, y en el que cada personaje sirve de catalizador
para la redención de otro, por medio de los fuertes y verdaderos lazos de la
amistad y el amor.
A este libro le
tenía muchísimas ganas por que el tema de los ángeles es un tema que siempre me
ha llamado bastante la atención y además ya había leído los cuatros primeros
libros de “La Hermandad de la Daga Negra”, una saga de la misma autora.
Codicia, primer
libro de la saga Ángeles Caídos, nos presenta un mundo en el que el cielo y el
infierno se debaten al mundo y las almas que hay en él cual partido de
baseball. Pero las reglas del juego establecen que ni los ángeles ni los
demonios pueden interferir directamente en las vidas de los humanos. Para ello
se pondrán de acuerdo y escogerán a Jim Heron, un hombre con un pasado marcado
por decisiones no muy buenas o adecuadas, pero que sin embargo no hay maldad en
él. El será el encargado de intervenir en las vidas de los humanos marcados con
un pecado capital, el primero será la codicia. La primera alma a la que tiene que salvar es la de Vin DiPietro, su jefe, un hombre consumido por la
avaricia, por tenerlo todo, por poseer lo mejor, y nunca menos de eso, una casa
envidiable, un coche de lujo, un trabajo perfecto, una novia de impacto,… pero
se siente vacio y a pesar de tenerlo todo su vida no le reporta satisfacción, Vin, esconde un
secreto del pasado que creía ya olvidado y haber aparecido otra vez. Por un
extraño accidente conocerá a Jim, alguien que no sabe muy bien lo que pretende
ni lo que quiere de él. Una noche cambia todo, porque en el momento en el que sus ojos cruzan la mirada con
una mujer no podrá olvidarla, hará lo posible por conocerla. Ella es
Maire-Terese, una mujer, cuya vida no es nada fácil, huye de un pasado que la
atormenta, debe mantener el anonimato y cuidar de su hijo, y para ganarse las
vida hace algo que la asquea y que la castiga todas las noches. Pero cuando sus ojos se cruzan con los de
Vin, su mundo también cambiará.
Ambos sentirán una atracción que va más allá de
lo puramente físico, se entienden, se comprenden, se aceptan como son, se
defienden y luchan juntos ante una amenaza que se cierne sobre Vin directamente
y que al estar con Marie-Terese, la vida de esta corre peligro. Pues las
fuerzas del mal harán todo lo posible para llevarse y ganarse el alma de Vin,
que oculta un secreto especial, alguien que anda cerca de él usará todas las
armas de las que disponga para granjearse su alma e incluso traerá de vuelta el
peligroso pasado de Marie-Terese solo para conseguir sus objetivos. Pero Vin y
Marie-Terese no estarán solos, contarán con la ayuda de Jim y de otros
personajes de las fuerzas del bien enviadas para contrarrestar la maldad que
les acecha.
Un narración que
nos adentra en un mundo en el que el infierno y el cielo se juegan nuestras
almas, donde el narrador en tercera persona nos describe con precisión y pasión
todos y cada uno de los sentimientos que embargan a nuestros protagonistas, sus
miedos, sus deseos, sus recuerdos, sus pensamientos… entretejiendo en cada
capítulo multitud de escenarios y de situaciones, en las que los personajes lo
dan todo por mantenerse con vida y por vivir su amor y pasión. Si bien tengo
que añadir que el hecho de que los protagonistas se “enamoren” nada más verse
por primera vez, no es algo que me haya gustado especialmente aunque la autora
ha conseguido que me olvide de ese detalle durante el transcurso de la historia
porque ha logrado que me ponga en el lugar de los protagonistas. La evolución de los personajes es notable, sobre todo el los tres principales,Vin, Marie-Terese y Jim, y sobre todo las ganas que tienen de vivir, de permanecer juntos pese a las circunstancias y los peligros que les rodean, los sacrificios que están dispuestos a hacer y el amor y la amistad que les une y que es la fuerza en la que se apoyan. La historia me ha parecido de lo más original y el libro se lee en un suspiro (no se me hizo nada pesado) pues realmente la autora consigue sumergirte en este fantástico mundo donde todo parece un complot y en el que nada se deja al azar, donde hasta el más mínimo detalle es minuciosamente planeado para conseguir un propósito maligno. Al igual que la estructura del libro compuesta por multitud de escenas y muy diversas que se entremezclan las unas con las otras de una manera perfecta con el desarrollo de la historia y de sus protagonistas, escenas tiernas, escenas de amor y pasión, de acción y lucha... Sin lugar a dudar es una saga que seguiré leyendo pues sus siguientes libros tratarán, cada uno, de un pecado capital y de una nueva alma a la que salvar, un nuevo enfoque muy insólito y singular de los ángeles, de los demonios y por qué no, de los humanos.
Una novela que
habla de lo bueno y lo malo que hay en cada uno y de la capacidad que tenemos
(y que está en nosotros aunque no lo creamos) de cambiar, de mejorar, con la
fuerza de los que nos rodean, de los que nos apoya y del amor y la amistad.
La autora:
Bajo
su nombre real, Jessica Bird, escribe novela romántica contemporánea y, bajo el
pseudónimo de J.R. Ward, nos sumerge en un apasionante mundo paranormal.
Jessica Bird vive actualmente en Kentucky con su marido, su mayor apoyo, y su
golden retriever. Tras licenciarse en Derecho, comenzó a trabajar en el
departamento de asistencia sanitaria de Boston y ejerció, durante muchos años,
como jefa de personal de uno de los principales centros médicos de la nación.
Escribir ha sido siempre su gran pasión y lo que más le gusta es estar todo el
día con su ordenador, su perro, una buena taza de café y escribir ….¡en
zapatillas!